7.11.08

El desmadre de los “paras” por Juanita León


Juanita León, nacida en Bogotá-Colombia hace 38 años. Fue nombrada editora de la Unidad de Paz de El Tiempo, donde participó en la creación Paz Aporte, página dominical que buscaba cubrir la guerra desde las víctimas.

Su trabajo trata de contar como las escuelas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entrenan a la población para estar alerta a un posible ataque de guerrilleros, convirtiéndose poco a poco en una pequeña gran guerra civil, ya que parte de la estrategia de las ofensivas paramilitares es controlar a punta del terror.

Otra de las estrategias es con María, vicepresidenta de la fundación, a la cabeza es el trabajo social que emprendieron hace ya años atrás los hermanos Fidel y Carlos Castaño para ganarse el corazón de la gente, con proyectos de huertas caseras, brigadas médicas, educación para adultos, la farmacia comunitaria con medicinas subsidiadas, el comité de embellecimiento. También es secretaria general del colegio de bachillerato donado por Fidel Castro en 1989.

La AUC sirve a las 2 caras de la moneda, el terror sanguinario y la ayuda social ya que los recursos provienen de misma organización.

Todos y cada uno de los campesinos a quienes las AUC ha ayudado a cofinanciar terrenos, casas, se sienten con la obligación de reportar cualquier movimiento “raro” en la localidad.

Los programas “educativos” de las AUC, enlistan anualmente 1000 jóvenes de manera voluntaria, las razones de peso para enlistarse van desde los 500000 pesos más viáticos para 10 días de descanso cada dos meses, y por venganza. Se los preparan en áreas como: armamento, metafísica, y sicólogos a quienes se hallan enlistados por razones de venganza para que las AUC no sean desprestigiadas.

La actual generación de los AUC no actúa como un grupo de campesinos con sed de defender lo suyo sino como una consolidada organización contraguerrillera. Busca ganar el control territorial y sus acciones persiguen legitimizar la fuerza política como base social, apropiarse de zonas cocaleras y arrinconar la guerrilla en la zona sur del país. Tienen campamentos de entrenamiento militar en 409 municipios, la mayoría en zonas rurales. Lo que sigue es la incursión en las grandes ciudades infiltrándose en varias universidades.

Se percibe un cambio de patrón de las AUC ya que se recurre cada vez a las masacres. Y el control que al comienzo funcionaba poco a poco se les ha ido escapando de las manos, gracias también a que los campesinos, los ciudadanos se sienten completamente desprotegidos por las instituciones legales.

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